viernes, 23 de julio de 2010

La Cabaña - más allá de una reflexión de la actitud ante la adversidad



“La Cabaña” de William Paul Young quizá es el libro más fascinante que ha podido llegar a mis manos hasta este momento. Además de la sencillez, pero a su vez la riqueza de detalles con la que está escrito, es una obra literaria que para mí tiene una multitud de propósitos para quien tiene el placer de leerlo.


Basado en una historia real, pero que se desarrolla en un contexto totalmente diferente, “La Cabaña” es una de esas historias que realmente cambia la manera de abordar y de percibir la presencia de Dios en nuestras vidas. Lo maravilloso de la historia es que no se basa en un Dios del catolicismo o del cristianismo o del judaísmo, es el Dios en el que cada persona cree y percibe y se ajusta a cualquier tipo de creencia que tenga el lector.


Además de lograr crear algún tipo de conciencia, la historia, definitivamente, pasa a ser la conciencia de quien la conoce a erradicar o a crear nuevos cuestionamientos frente a la relación con ese ser supremo en el que todos creemos (exceptuando el ateísmo) y nos lleva a replantearnos nuestra posición frente a determinados aspectos, situaciones, momentos de nuestra vida en los que llegamos a pensar que no hay salida.


Finalmente, y como dice una muy buena amiga, los libros y las personas llegan a nuestra vida y no hay que buscarlos, pero realmente espero que este excelente best seller llegue a la vida de ustedes en el momento más indicado.


Periodista redactor: Yucef Alejandro Patiño Ruge - @alejochat



viernes, 25 de abril de 2008

Capìtulo XIV



Capítulo XIV

“Fundamentos éticos de la presunción de inocencia o la legitimidad del periodismo de denuncia”

Ya son bien conocidas las posibilidades de enfrentamiento entre la justicia y la información, conflicto que pude radicar a veces en la clarificación de la función social que cumplen los medios de comunicación social que en algunos caso pone en evidencia el mal funcionamiento del poder judicial.

Quizá el punto medio que se encuentra en medio de la relación entre poder judicial e información es la presunción de inocencia, por lo consiguiente el respeto a esta presunción presupone y genera la justicia, exigencia que se da por derecho a toda información y el hecho de dejar en claro el concepto de presunción de inocencia en su dimensión ética, ayuda en cierta manera a revitalizar las profesiones informativas y judiciales.

Para la información el sospechoso siempre se convertirá en su esclavo, en este caso el desafío se centra en mantener vigentes e íntegros los derechos humanos sin importar la circunstancia, haciendo énfasis en el derecho a la información y por consiguiente en el de presunción de inocencia.

Sin embargo, la presunción de inocencia aun no se encuentra muy sólida en el ámbito doctrinal y es que en el fondo, las objeciones en sus comienzos eran fundamentalmente de corte ideológico y en menor medida de carácter técnico. Inclusive desde la posición de la crítica, la presunción de inocencia era algo exagerado.

No obstante, es necesario destacar tres aclaraciones fundamentales con respecto a la presunción de inocencia.

La presunción de inocencia no es una verdadera y propia presunción en sentido técnico – jurídico, se trata más bien de una verdad interina o provisional.
Se ha convertido en un derecho fundamental, reconocido en algunas constituciones.
La presunción de inocencia se puede caracterizar por ser un derecho subjetivo público por lo tanto, es un derecho indisponible en su totalidad.

Como conclusión, la presunción de inocencia protege el honor de toda persona acusada en los dos niveles en los que siempre se manifiesta el honor, en su sentido esencial y como sentido existencial.

Las funciones que tiene la presunción de inocencia son:

· Proteger la dignidad de todas las personas
· Proteger el honor personal y familiar
· Preservar la autoridad necesaria para poder impartir justicia con imparcialidad
· La presunción es compatible con algunas limitaciones que se imponen al sospechoso presuntamente inocente, como la prisión preventiva o fianzas que aseguren su libertad condicional.

Ahora, el periodismo y más aun el periodismo de denuncia se ha consolidado por ser difícil, arriesgado, fronterizo con la actividad política y sobre el que recae la posibilidad de quebrantar el principio de presunción de inocencia. El periodismo de denuncia posee ciertas características delimitadoras como:

Es la compilación y difusión pública de hechos bien documentados que hacen referencia a la vida pública.
Radica en mostrar hechos ilegales o comportamientos no éticos llevados a cabo en la vida pública.
Además requiere una especialización profesional y una dedicación intensa.

Finalmente, es necesario dejar en claro que el peligro real y latente del periodismo, no es la supresión de escándalos sino la omisión de informaciones de rutina sobre la dudosa moral de funcionarios públicos cuyos intereses y sus instintos de conservación guardan una cercana relación con los directivos de las instituciones informativas

Capítulo XIII



Capítulo XIII

“Perspectiva Ética de la información publicitaria”

Podríamos comenzar hablando de los significados que tiene la publicidad: como mensaje y como actividad - el cual se basa en las diferentes etapas como la difusión del mensaje, su elaboración y su puesta en forma; la publicidad como modo – es la que consiste en dar forma al mensaje y darle a este unas características cuyos efectos propios son la persuasión; la publicidad como medio- como se puede difundir el mensaje, a través de otros medios o medios publicitarios propios como el correo, las vallas, las etiquetas, etc.

Ahora, es bien sabido que la publicidad tiene un carácter informativo, por lo consiguiente se ve cobijada por el derecho a la información, derecho que al igual que el periodismo, se ve afectada por el derecho a la libertad de empresa y de mercado, es decir que además de cumplir con el derecho a la información, los publicistas y los encargados de la publicidad deben hacer prevalecer el derecho – deber de la empresa de dar a conocer sus servicios o productos.

En la publicidad la verdad se basa en dos puntos básicos: la publicidad verdadera y la publicidad errónea. Para que la publicidad sea verdadera, se debe comenzar por decir la verdad, respetar la condición del ser humano sin intentar manipularlo, engañar al consumidor sobre un producto trayendo consecuencias al mismo, el mentir contribuye a crear un clima de desconfianza social y finalmente, ser conscientes que el engaño afecta la credibilidad de las empresas.

En cuanto a la publicidad errónea se podría decir que ésta puede reflejarse al momento de dar características que no corresponden a una realidad, cuando se emplean términos rebuscados que no permiten la completa asimilación del consumidor y la omisión de informaciones relevantes.

Además de su fin inicial, la publicidad o el derecho a la publicidad debe lograr coordinarse con el resto de los derechos humanos, tener especial prudencia en la elaboración de los mensajes, pues en algunos casos corre el riesgo de atentar contra la divinidad humana, el honor y por supuesto al de la propia imagen y es que el hecho de que la imagen pueda comercializarse puede originar problemas, teniendo en cuenta que la misma persona tiene el derecho a controlar el uso de su imagen.

También es importante resaltar la estrecha relación entre los medios de comunicación y la publicidad la cual en ocasiones puede ser tensa, pero que esta regida por los principios de cooperación e independencia y siempre y cuando los valores que se defienden sean los adecuados.

jueves, 24 de abril de 2008

Capítulo XII


Capítulo XII

“Ética de la Ficción en la comunicación audiovisual”


Desde el momento en el que el periodista comienza a crear historias con ciertas características novelescas, surgen varios cuestionamientos tales como ¿hasta qué punto, conservará la ética periodística? ¿Cómo puede saber el lector qué hechos responden a la realidad y cuáles pertenecen a la ficción? Y es que con el término de ficción no solo se está hablando de lo que proviene de la imaginación y de la capacidad creativa de el autor, también alcanza a abarcar todos aquellos resultados donde no se muestra la realidad tal y como sucedió sino que se da una recreación de ella por diversas razones.

La fidelidad que merece la realidad al momento de ser presentada al espectador, debe responder con sus sonidos e imágenes naturales y es que aunque se presenten de determinada manera, el autor debe tener en cuenta algunos factores como:

• Cómo puede afectar la historia que se va a mostrar a quienes ven la realidad de la cual se da inicio, ya que la responsabilidad ética va más allá de un acuerdo con la otra parte, también hay que tener en cuenta si con la historia de ficción de puede llegar a perjudicar el honor, la intimidad o la imagen de alguna persona en especial.
• Cuál es la finalidad predominante de lo que se está ofreciendo
• Bajo ningún concepto se puede confundir al público, aunque el autor puede incluir modificaciones irreales a su relato, éste tiene la responsabilidad de dar a conocer al espectador lo que ocurrió en realidad.
• Es imposible que el autor de una película explique en que momentos utiliza la realidad y en cuales la ficción.
• La introducción de elementos no reales puede estar justificada de acuerdo a las exigencias del medio y por los requisitos estéticos para crear una obra de arte.
• Otra factor importante es que cuando se crea un mensaje de tipo ficción mixta, es tener claro que cantidad de esa información normalmente puede ser conocida por el público como realidad. Este conocimiento previo que puede tener el público sobre la realidad de la que se está hablando depende de varios factores, sin depender exclusivamente de la cercanía temporal o espacial.

Como conclusión se puede afirmar que la fidelidad a la realidad se puede reflejar en dos deberes: el de ser fiel a la realidad que se está contando y el de ser honestos con el público al que se va a mostrar esa ficción, es decir identificar adecuada y oportunamente la parte que se presenta que es real y la parte que es ficción.

• Que el deber de la sinceridad, adquiere en la comunicación de ficción unas características especiales – El deber de no plagiar, respetar los autores de las obras e identificar las ideas originales propias y las que han nacido del interior de otras.
• Que la comunicación de la ficción audiovisual puede provocar cierto grado de identificación que el espectador puede llegar a verse manipulado sentimentalmente – La manera de relatar la ficción y los recursos utilizados para llevarla a cabo, pueden llegar a hacer que el espectador pierda el sentido de lo que es real y lo que no.

Capítulo XI


Capítulo XI

“En el corazón de la profesión informativa: La ética de las noticias”

El periodista, es el indicado, para buscar y difundir las verdades, pero además investiga, conoce y transmite a los demás la realidad.

En todo el proceso al que el periodista debe someterse, hay dos momentos importantes como el conocimiento y la aprehensión de la realidad para luego darla a conocer en forma de mensaje, es decir, darle vida y mostrarla al receptor ya puesta en forma.

La verdad en la noticia, no es un valor agregado, hace parte fundamental de lo que se define como noticia, en algunos casos hay noticias poco oportunas o irrelevantes, pero jamás puede existir una noticia que no sea verdad ni total ni parcialmente.

Sin embargo, aunque es imposible que las noticias sean toda la verdad, éstas nunca pueden consistir en la no verdad, teniendo en cuenta que la realidad es muy rica, ésta puede ser abordad desde muchos puntos de vista y frentes.

Ahora, por otro lado el hecho de informar no consiste en mostrar todo lo que sucede, ni todo lo que se conoce; es función del periodista hacer una selección de la información, teniendo en cuenta que ésta pertenezca a la vida pública.

En el momento, aparece otra variable para ser tenida en cuenta por los comunicadores y son las diferentes circunstancias del ejercicio como el tiempo, el espacio limitado y la competencia que ejercen presión sobre el periodista, sin embargo ante esas situaciones el verdadero periodista profesional es capaz de realizar bien su trabajo, con la calidad que hace parte de la información. Por otro lado, es función de quien informa no hacer eco de un hecho si no tiene la plena seguridad de que éste sea cierto y si en determinado momento se ve forzado a comunicar algo de lo cual tenga duda, lo podrá hacer, siempre y cuando advierta que no es totalmente seguro.

Como tarea de toda persona encargada de comunicar, esta la de además de conocer e interiorizar la realidad, contarla de una forma en la que el receptor la conozca y entienda, es decir una información que no sea entendida, no tiene ningún sentido comunicarla.

En la posición del periodista se puede llegar a caer en la posición de las mentiras informativas, dichas mentiras pueden ser cometidas en dos momentos: por comisión o por omisión.

En el primer caso las mentiras informativas pueden referirse a hechos, datos, declaraciones, estadísticas, que en ningún momento reflejan el contenido de la noticia; y en cuanto a la mentira por omisión, consiste en guardar silencio a la comunicación de una información que se debería dar a conocer.

Por otra parte, la función del informador no se puede ver limitada únicamente a ofrecer los diferentes puntos de vista sobre un caso en especial, su profesionalismo le da la capacidad de aclarar los hechos y de darles el verdadero sentido que merecen; aclarar con mayor o menor precisión quién dice la verdad y quién no y descifrar y separar lo verdadero de lo falso.

Y es que vale la pena citar a Breisdforff, quien afirma que “el periodista es un hombre en busca de la verdad. No solamente por amor a la verdad sino también por amor a su profesión”.

miércoles, 23 de abril de 2008

Capítulo X


Capítulo X

“La ética de los procedimientos”


En principio, los profesionales encargados de informar deben estar en capacidad para discernir lo que pueden o no hacer y actuar de acuerdo con criterio propio, independientemente de lo que hagan o dejen de hacer los demás.

En este caso, el principio de la ética de los procedimientos es señalar al periodista la obligación de revisar la forma de conseguir la información, ya que en algunos casos los procedimientos para tal función no sean los más adecuados y éticos; es decir que la ética de los procedimientos comienza a plantear la típica frase de si el fin justifica o no los medios empleados.

Y es que el deber de informar no es solo el hecho de dar a conocer la información sino de analizar los procedimientos para la obtención de la misma, es decir que tanto el mensaje final como el procedimiento tienen que ser correctos en sí mismos; por lo tanto el periodista esta en capacidad de determinar si realmente su proceder es malo o incorrecto o si por el contrario la forma de lograr la información no atenta contra las reglas de la ética.

Ahora, revisando los temas relativos a la ética de los procedimientos, éstos no solo radican en robar o mentir o utilizar una cámara oculta, existen otras formas que plantean perplejidades, dudas y comportamientos que atentan contra la ética; algunos de éstos pueden ser: la ocultación de la condición de periodista y cambio de identidad, aunque la ocultación de la condición de periodista está plenamente justificada en determinadas circunstancias, se puede llegar a convertir en un problema cuando se produce un cambio de identidad, esa falsa actitud ante las fuentes y el engaño que se produce tiene consecuencias que pueden llegar a dañar no solo al periodista sino a la profesión en general.

El abuso de confianza, escuchas y cámaras ocultas, la apropiación indebida de documentos, el periodismo de rebaño, entendido como la actuación de algunos periodistas que acuden en masa a ciertos eventos, basando su trabajo en copiar informaciones de otros; la aceptación de regalos o bonificaciones, periodismo de talonario, el cual se presenta en aquellas ocasiones en las que se utiliza el soborno para obtener una información; entrevistas de emboscada, en la cual el periodista se vale de artiñamas o trampas con la idea de que el entrevistado o de quien se desea lograr alguna información caiga en ellas; el plagio de textos y fotos y finalmente la invención de informaciones y creación de acontecimientos, en los cuales el periodista hace uso de su imaginación para crear una historia inventada ya sea en su totalidad o en alguna de sus etapas.


Definitivamente es clara la conclusión, que el periodista es quien lleva sobre sus hombros todo el peso de informar y lo que significa que no puede dejar de actuar y tomarse más tiempo del que dispone para ejercer su función, pero que además tiene que encontrar el criterio y la decisión ética donde no puede haber cabida para dudas y mucho menos a un proceder poco ético.

Capítulo IX

Capítulo IX

“Informar con honor: El desafío”


El honor, como concepto y realidad hace parte de todos los niveles humanísticos. La definición de honor, radica en la variedad y también en la oposición de las fuentes que lo han ido formando.

Ahora, vinculado el concepto de honor al ejercicio de la información, para algunas empresas informativas y algunos periodistas, la interpretación del concepto de honor, se convierte en una amenaza para el libre ejercicio de la información.

El público y la sociedad en general, consideran que se encuentran desprotegidos del derecho al honor, debido a los supuestos ataques por parte de los medios informativos. Y por otro lado, el poder trabaja en el fortalecimiento de la defensa del derecho al honor, aunque detrás de esto lo que busca es quitarse de encima la función fiscalizadora de los periodistas.

Ahora, la información, reconocida como un derecho humano, busca adecuarse y coordinarse con el derecho al honor, pero es necesario comenzar a depurar el concepto de honor y diferenciarlo de otros conceptos similares, además que ésta coordinación tiene incluidos aspectos éticos y jurídicos que resultan insustituibles

El valor esencial del cual parte el honor es el de la dignidad humana, dignidad que debe aclararse de acuerdo a su doble sentido; el primero el de dignidad ontológica que consiste en el valor que cada hombre tiene por creación y la dignidad moral el cual nace en el hombre como consecuencia de su capacidad de autoperfección.

El honor también posee dos niveles, uno como crédito moral, el cual consiste en confiar, confianza en que el hombre sea reconocido sin discriminación por los demás hombres y por consiguiente que el hombre pueda asumir libremente el cumplimiento de sus deberes consigo mismo y con los demás. Por otro lado el honor como proyección de todo valor, los valores que en un momento dado han fundamentado el concepto social del honor.

El honor por lo tanto, es uno de los puentes de unión entre las personas y la sociedad, convirtiéndose en un instrumento fundamental para la construcción de sociedades. Esa construcción se puede ver afectada por el ataque desde los medios de comunicación y con los medios de comunicación, ya sea informando sin respeto a las personas o informando sin adecuación a la realidad moral de una persona.

La información puede llegar a destruir el honor al faltar a la verdad, al faltar al honor en sus dos niveles, el honor como crédito moral y el honor como proyección de todo valor; una información que no respeta el honor en sentido moral niega los valores reales de la persona.