miércoles, 23 de abril de 2008

Capítulo X


Capítulo X

“La ética de los procedimientos”


En principio, los profesionales encargados de informar deben estar en capacidad para discernir lo que pueden o no hacer y actuar de acuerdo con criterio propio, independientemente de lo que hagan o dejen de hacer los demás.

En este caso, el principio de la ética de los procedimientos es señalar al periodista la obligación de revisar la forma de conseguir la información, ya que en algunos casos los procedimientos para tal función no sean los más adecuados y éticos; es decir que la ética de los procedimientos comienza a plantear la típica frase de si el fin justifica o no los medios empleados.

Y es que el deber de informar no es solo el hecho de dar a conocer la información sino de analizar los procedimientos para la obtención de la misma, es decir que tanto el mensaje final como el procedimiento tienen que ser correctos en sí mismos; por lo tanto el periodista esta en capacidad de determinar si realmente su proceder es malo o incorrecto o si por el contrario la forma de lograr la información no atenta contra las reglas de la ética.

Ahora, revisando los temas relativos a la ética de los procedimientos, éstos no solo radican en robar o mentir o utilizar una cámara oculta, existen otras formas que plantean perplejidades, dudas y comportamientos que atentan contra la ética; algunos de éstos pueden ser: la ocultación de la condición de periodista y cambio de identidad, aunque la ocultación de la condición de periodista está plenamente justificada en determinadas circunstancias, se puede llegar a convertir en un problema cuando se produce un cambio de identidad, esa falsa actitud ante las fuentes y el engaño que se produce tiene consecuencias que pueden llegar a dañar no solo al periodista sino a la profesión en general.

El abuso de confianza, escuchas y cámaras ocultas, la apropiación indebida de documentos, el periodismo de rebaño, entendido como la actuación de algunos periodistas que acuden en masa a ciertos eventos, basando su trabajo en copiar informaciones de otros; la aceptación de regalos o bonificaciones, periodismo de talonario, el cual se presenta en aquellas ocasiones en las que se utiliza el soborno para obtener una información; entrevistas de emboscada, en la cual el periodista se vale de artiñamas o trampas con la idea de que el entrevistado o de quien se desea lograr alguna información caiga en ellas; el plagio de textos y fotos y finalmente la invención de informaciones y creación de acontecimientos, en los cuales el periodista hace uso de su imaginación para crear una historia inventada ya sea en su totalidad o en alguna de sus etapas.


Definitivamente es clara la conclusión, que el periodista es quien lleva sobre sus hombros todo el peso de informar y lo que significa que no puede dejar de actuar y tomarse más tiempo del que dispone para ejercer su función, pero que además tiene que encontrar el criterio y la decisión ética donde no puede haber cabida para dudas y mucho menos a un proceder poco ético.

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