jueves, 24 de abril de 2008

Capítulo XI


Capítulo XI

“En el corazón de la profesión informativa: La ética de las noticias”

El periodista, es el indicado, para buscar y difundir las verdades, pero además investiga, conoce y transmite a los demás la realidad.

En todo el proceso al que el periodista debe someterse, hay dos momentos importantes como el conocimiento y la aprehensión de la realidad para luego darla a conocer en forma de mensaje, es decir, darle vida y mostrarla al receptor ya puesta en forma.

La verdad en la noticia, no es un valor agregado, hace parte fundamental de lo que se define como noticia, en algunos casos hay noticias poco oportunas o irrelevantes, pero jamás puede existir una noticia que no sea verdad ni total ni parcialmente.

Sin embargo, aunque es imposible que las noticias sean toda la verdad, éstas nunca pueden consistir en la no verdad, teniendo en cuenta que la realidad es muy rica, ésta puede ser abordad desde muchos puntos de vista y frentes.

Ahora, por otro lado el hecho de informar no consiste en mostrar todo lo que sucede, ni todo lo que se conoce; es función del periodista hacer una selección de la información, teniendo en cuenta que ésta pertenezca a la vida pública.

En el momento, aparece otra variable para ser tenida en cuenta por los comunicadores y son las diferentes circunstancias del ejercicio como el tiempo, el espacio limitado y la competencia que ejercen presión sobre el periodista, sin embargo ante esas situaciones el verdadero periodista profesional es capaz de realizar bien su trabajo, con la calidad que hace parte de la información. Por otro lado, es función de quien informa no hacer eco de un hecho si no tiene la plena seguridad de que éste sea cierto y si en determinado momento se ve forzado a comunicar algo de lo cual tenga duda, lo podrá hacer, siempre y cuando advierta que no es totalmente seguro.

Como tarea de toda persona encargada de comunicar, esta la de además de conocer e interiorizar la realidad, contarla de una forma en la que el receptor la conozca y entienda, es decir una información que no sea entendida, no tiene ningún sentido comunicarla.

En la posición del periodista se puede llegar a caer en la posición de las mentiras informativas, dichas mentiras pueden ser cometidas en dos momentos: por comisión o por omisión.

En el primer caso las mentiras informativas pueden referirse a hechos, datos, declaraciones, estadísticas, que en ningún momento reflejan el contenido de la noticia; y en cuanto a la mentira por omisión, consiste en guardar silencio a la comunicación de una información que se debería dar a conocer.

Por otra parte, la función del informador no se puede ver limitada únicamente a ofrecer los diferentes puntos de vista sobre un caso en especial, su profesionalismo le da la capacidad de aclarar los hechos y de darles el verdadero sentido que merecen; aclarar con mayor o menor precisión quién dice la verdad y quién no y descifrar y separar lo verdadero de lo falso.

Y es que vale la pena citar a Breisdforff, quien afirma que “el periodista es un hombre en busca de la verdad. No solamente por amor a la verdad sino también por amor a su profesión”.

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