martes, 22 de abril de 2008

Capítulo VII

Capítulo VII

“La Pasión de dar la vida”


Ya todos sabemos de antemano que la vida es, quizá, el derecho más importante del ser humano, ahora puesto a la luz del ejercicio de la información, la primera conclusión puede ser la de representar un signo de responsabilidad y de sentido común, proyectarse las razones del vivir propio y ajeno, la vida es el requisito más importante de todo lo demás quizá por esa razón es lo más fundamental que ha existido en todos los tiempos.

Sin embrago a la par, existen posiciones antivitales, que nacen a partir de pensamientos o ideologías filosóficas individualistas, basadas en hacer creer que la vida es un bien disponible y que además pasa a convertir al ser humano en un objeto de manipulación propio o ajeno.

La lista de los múltiples planos que contiene la vida humana se manifiesta en su riqueza tanto material como espiritual y pueden llegar a ser útiles para evitar la concepción de reducir la vida a un único nivel, dejando a un lado el carácter omnidimensional de la vida del hombre. Por tanto, la vida, considerada como un derecho, no puede verse reflejada solo en una posición biológica, dejando a un lado su dimensión espiritual y lo que implica realmente el concepto de vida como unidad de cuerpo y alma racional.

Ahora, el concepto de ética aparece marcado por la manifestación en la agresividad de ciertos comportamientos como lo son los procedimientos médicos, en la obsesión por mantener en forma el sistema biológico a cualquier precio. Esa es la llamada ética que basa su satisfacción en las funciones corporales y que justifica acciones tales como la eutanasia o el suicidio y se llega a comprender entonces la desaparición del ser humano como un proceder ventajoso.

En conformidad con el concepto científico de vida, ésta comienza desde el momento en el que se funden los gametos de los progenitores, es decir que ante los intensos esfuerzos que se han realizado para disolver el valor de la vida humana, también se ha comenzado a insensibilizar la conciencia de las personas y se ha abierto el paso a prácticas como el aborto, en la cual el hijo no deseado, no planeado tiene como único fin el no nacer. Ahora más recientemente el otro concepto al que se le ha dado cabida en la sociedad es al de la eutanasia, bajo la excusa de ahorrar sufrimiento a las personas, particularmente si éstos son producidos por una enfermedad incurable.

Ahora, también es claro que la información debe estar puesta al servicio de la vida y no a las acciones que atenten contra ésta, sin embargo algunos mensajes informativos han contribuido a fortalecer las practicas que atentan contra este derecho y es que el matar no es solo quitar la vida, sino también sugerir, ayudar o favorecer le ejecución de una muerte. La invitación esta puesta para censurar las prácticas abortivas o destructivas, dejando en claro que la información jamás puede estar puesta al servicio de la deshumanización, ni al servicio de la cultura de la muerte, sino al servicio de la vida.

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